Populous

Reseña del juego

Los juegos donde puedes jugar a Dios y hacer casi todo son siempre los mejores y no es de otra manera en el conocido juego: Populous, donde juegas, espéralo..., Dios. Hay dos naciones peleando entre sí y las miras desde arriba. Por supuesto, estás ayudando a una nación a derrotar a la otra utilizando la cantidad de desastres naturales. Con un clic del ratón puedes rizar un pedazo de tierra, inundar todo el continente, construir una montaña de piedra o enviar un gran terremoto a la nación enemiga. Otra nación tiene otro Dios, que te hace lo mismo: está tratando de destruir tu nación a través del desastre y así comienza la guerra de los dioses.

El jugador asume el papel de una deidad, que debe liderar a sus seguidores mediante dirección, manipulación e intervención divina, con el objetivo de eliminar a los seguidores liderados por la deidad opuesta. Jugado desde una perspectiva isométrica, el juego consta de más de 500 niveles, siendo cada nivel un terreno que contiene los seguidores del jugador y los seguidores del enemigo. El jugador tiene la tarea de derrotar a los seguidores enemigos y aumentar la población de sus propios seguidores utilizando una serie de poderes divinos antes de pasar al siguiente nivel.

Cada dios comienza con un solo humano, arrojado en medio del desierto. A veces hay terreno habitable a la vista, a veces no. Para tener la oportunidad de ganar, debes cambiar el paisaje, creando un terreno plano para que tus seguidores puedan construir. Cuantos más seguidores tengas, más poderoso serás, así que cuídalos. Construye lo más rápido que puedas, porque el otro dios está haciendo lo mismo.

Cuando tengas suficientes seguidores, podrás convertir al líder de tu pueblo en un héroe. Luego rodeará la tierra que has construido, literalmente tomando fuerza del pueblo para sí mismo y abriéndose camino hacia el enemigo. Cuando llegue allí, librará una guerra santa contra el pueblo de tu enemigo. Él arderá; él matará. Y no parará hasta que todos estén muertos... o él lo esté.

Y cuando ganes, tendrás 500 mundos más por conquistar. La obra de un dios simplemente nunca termina.